Hoy voy a poner en mi blog mi primer proyecto del que me siento orgulloso.
Nos ubicamos al final de la calle San Juan Bosco de Utrera, justo donde termina la zona calificada en el PGOU como de casco histórico.
El encargo era el siguiente. Dado un edificio de los años sesenta, hacerle una ampliación y aprovechar para cambiarle la estética. La clienta me autorizaba a demoler los balcones si era necesario. El estado previo del inmueble no satisfacía a la propiedad del mismo.En encargo no era solo una cuestión de espacio.
Había un handicap. El edificio había sido concebido con un pretendido estilo racionalista nada afortunado en mi opinión. Este tipo de actuaciones de los sesenta posicionó y sigue haciendolo a la población no iniciada en arquitectura en contra de todo lo contemporaneo. Y esto hace que afrontar un proyecto con una mentalidad actual sea bastante complicado.En esta calle abundan con una aplastante mayoría edificios de concepción regional: cornisas, recercados de ventanas, guardapolvos, cierros...
Sin embargo a mi me tocó una cliente estupeda. Desde el principio se mostró abierta a una operación con lenguaje moderno. El resultado de la ampliación es el de las fotos de arriba. (el estado previo es el de la foto lateral). No es que sea nada del otro mundo, pero la verdad es que llama la atención en la calle en la que se encuentra.
2 comentarios:
Hola:
Acabo de leer tu post y no puedo menos que mostrar mi admiración por la sencillez y sentido común con el que has tomado las riendas de ese proyecto. Efectivamente los años sesenta y setenta fueron desastrosos para la arquitectura contemporánea, precisamente por esa perversión de los principios de la Modernidad a la que haces referencia y que hace que el público en general reciba con ciera desconfianza cualquier propuesta contemporánea.
Nosotros somos quizá demasiado jóvenes y sólo hemos conocido durante la docencia una única vía de conocimiento. Sin embargo, muchos de los que rechazan la modernidad lo hacen conscientes de los estragos que ésta ha causado en nombre del progreso.
Un saludo y genial blog.
Gracias por tu comentario pfunes
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